Asiendo con igual intensidad tanto flores como recuerdos, en su refugio apartado, poblado de antiguas voces y aliados gatunos, ella intenta sostenerse aún, flotando etérea entre los cielos de ese otro tiempo que ha logrado revivir con la más dulce de las nostalgias.
¡Con qué poco esfuerzo las brumas del tiempo se han disipado ante la evocación de aquel amor imposible!
La fortaleza de la guerrera se dispone a retroceder ante la evocación pausada de quien dejó profunda huella en su identidad y su memoria.
De aquellas pupilas claras en las que el enemigo solía mostrarse, por una vez, apenas bajar ambos la guardia bajo el encanto lunar, un embrujo especial hizo surgir la contenida pasión que traspasó recelos y logró derrumbar pudores.
Dos antiguos enemigos lograron por una vez mirarse con nuevos ojos y otra fue la realidad que presintieron detrás del odiado rival que, por esa única noche, llegó a ser amante inconfesable.
Esas rosas deshojadas que el capricho del azar quiso dejar a su puerta, lograron trasladar hasta su solitario presente gran parte de la tibieza que alguna vez probara y que jamás olvidaría.
Celebra por ello. Sonríe en silencio. Se reconoce íntimamente mujer y al instante, cada fibra de su ser vibra en sintonía con el Universo.
Preciosas imágenes...
ResponderEliminarhoy entra tu invierno y mi verano. Hace muchos años, era la fiesta pagana más esperada. Hombres y mujeres celebraban una noche corta, la más corta, arropados por los bosques.
ResponderEliminarLady no deja de ser mujer
por lo tanto sucumbre a la llamada del amor
Es la comprobación que no es diosa si no humana
Es que no debe negar su condición de mujer.
ResponderEliminarPreciosas las imágenes, como siempre, Neo... y en cuanto a Lady, !como la entiendo! pero qué quieres, es que nuestra Lady es ante todo mujer, y pese toda esa fortaleza exterior suya imponiendose a abyectos y a vilezas miles, pese a eso y sin embargo, su corazoncito -felino- es sensible y delicado, sensual... !una mujer de banderas!, como se dice por aquí, una extraordinaria mujer... ¿cómo no iba a ser nuestra heroína favorita?
ResponderEliminarMil besitos gordotes