Sobre el contenido de este blog

*todas las ilustraciones han sido editadas a partir de fotos halladas en la red.

*la historia es propiedad de la autora del blog y no puede ser reproducida



Seguidores

sábado, 18 de octubre de 2014

Capítulo 49: Elucubraciones e interrogantes

Desde el punto de vista de quien contempla la historia de la humanidad reconociendo la paradoja de no sentirse regida por los vaivenes de la fragilidad colectiva de sus congéneres, Lady puede abstraerse del condicionamiento emotivo que implica observar la trayectoria de nuestra especie desde la incómoda situación de quien resulta ser juez y parte de lo que observa. De ahí que llegue a interpretar con claridad la absurda actitud humana de pretendida superioridad sobre el resto de los vivientes.


A lo largo de los siglos de su evolución se ha topado con muchos ejemplos de dicha estrechez mental, llegando algunos al límite de considerar a la raza humana como el ombligo del universo, desde donde todo se centra y en cuya escala todo ha sido diseñado.


En muchos casos esta manera de pensar no se asume abiertamente, se disimula y se pule para no mostrarla ante los demás, pero aunque no se la reconozca conscientemente, está latente, subyaciendo detrás de la filosofía que se esgrime como incuestionable y sobre la que se ejecuta todo su accionar.


Están los necios que se dicen amantes de la Naturaleza y en cambio la consideran sólo como un marco patrón en donde justificar sus propias acciones. No les cabe en su mentalidad el hecho de apenas ser un minúsculo integrante más de una gigantesca complejidad que escapa a nuestras mentes y corazones.
Considerando la eternidad del Todo, la majestuosidad y la inconmensurable escala dentro de la cual todo el Universo se equilibra y sostiene, Lady sabe que la existencia de la humanidad es apenas un pequeño e inadvertido incidente dentro del continuo devenir del ciclo vital de sistemas y planetas.


Así como la Tierra en un momento determinado surgió, en otro preciso momento, también desaparecerá… y es cuando se deja llevar por esos pensamientos que la serenidad de Lady entra en crisis, ya que sabe que su extraordinaria cualidad de ser inmortal –cualidad que halló sin proponérselo- resulta incompatible con la caducidad propia de todo el resto de los seres vivientes que habitan este planeta condenado –como todos- un día a desaparecer.


Lady siente que en ese contexto su presencia está desubicada, se siente incorrectamente elevada a un sitial de eternidad que ni quiso ni comprende. Jamás buscó trascender al punto de eximirse de cruzar el umbral de la muerte. Sin quererlo fue transmutada a una categoría de existencia que la desprendió de su humanidad inicial y la ha puesto al filo de lo que su inteligencia ha alcanzado a conocer.


Más allá del tema de la eterna soledad que la afecta desde hace tiempo, se ha instalado últimamente la inquietud de una nueva incógnita… ¿será en realidad la eternidad su destino? ¿Será que simplemente su cuota de vida se ha elevado a un punto que supera al de la naturaleza humana y por lo tanto un día también morirá? ¿Seguirá por siempre atada su existencia al destino de un planeta que seguramente en un futuro colapsará? ¿Tendrá que buscar en ese entonces otro sitio para subsistir? ¿Le interesará hacerlo?


Esos y tantos otros interrogantes taladran su cerebro al punto de hacerle más de una vez desconcentrar en su tarea cotidiana de combatir el mal y la injusticia. Pese a ello, siempre lo hace bien.

4 comentarios:

  1. Opino que inmortal es inmortal, no una cualidad que se puede renunciar o perder.
    Probablemente no sea la única inmortal.

    ResponderEliminar
  2. Paree ser que esa cualidad Lady la adquirió luego de intensos ejercicios de meditación y superación espiritual ejercitados por siglos. Nació mortal pero logró superar las barreras del tiempo. Lo que no sabe a ciencia cierta es si vivirá por siempre o si su existencia culminará un día, aún habiendo superado cientos de años.

    ResponderEliminar
  3. ...y además, recordemos, cuenta con una poción que le dio su amiga para poner fin, llegado el caso, a esa inmortalidad que no buscó

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar