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*todas las ilustraciones han sido editadas a partir de fotos halladas en la red.

*la historia es propiedad de la autora del blog y no puede ser reproducida



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viernes, 1 de julio de 2011

Capitulo 29: De debilidades y fortalezas


Está demostrado que la estupidez humana no tienen límites, como tampoco lo tiene la terquedad que ponen los hombres en seguir andando los caminos por los que se han venido despeñado una y otra vez.



Por supuesto que hay pozos profundos en la vida  hacia donde el dolor y el sufrimiento logran arrastrarnos con violencia, sin que se nos muestre en cambio, piadosa, alguna salida. Es allí que muchos, por ejemplo, buscan consuelo transitorio en cualquier sustancia que les nuble la realidad y los anule en sus conciencias.



En esos casos, como es de suponer, Lady sostiene que una mano amiga que surja entre las sombras puede llegar a tener un poder  impredecible. Un incomparable efecto sanador que logre dispersar los más oscuros fantasmas de nuestra mente conjugando lo mejor de nuestros espíritus.



A veces es suficiente que alguien se tome el tiempo de escuchar las penas que nos aquejan para que se nos abra, venturoso, la posibilidad de un nuevo cielo ante los ojos.

Cuando alguien en esas circunstancias, solo, dolido y hundido en un mar de desencanto confluye con sus pasos, Lady está siempre dispuesta a ser quien porte esa mano amiga que aquella alma vulnerable necesita.


Ya encontrará ella la forma justa para saber ayudar a quien se lo requiera. Es que en ese ámbito también suelen desplegarse sus fortalezas, aunque en formas más sutiles y complejas de lo que usualmente acostumbra.


Hasta ha llegado a ser maestra, confidente, mediadora, amiga, compañera, asesora, y aún voz de la conciencia para quienes, reconociendo su necesidad, han encontrado en ella a quien invocaban en sus plegarias.


Pero es muy distinta su actitud cuando alguien, que no enfrenta su propia necesidad, que no reconoce su condición e insiste en seguir dándose golpes contra todos los muros, se cruza en su camino.



Lady entonces admite sus propias limitaciones y no pierde el tiempo en intentar convencer a quien no quiere ser convencido. Tal vez otros logren remover esos escollos, pero ella no se asume como la indicada para hacerlo.



Entiende  que no hay ayuda que sirva para quien se cierra a los hechos y reniega de sus flaquezas. No hay salida efectiva para quien, en definitiva, desiste de socorrerse a sí mismo.

4 comentarios:

  1. Ayúdate y te ayudaré.
    Uno solo no puede nada.

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  2. Hola Mónica,
    ..joo.. qué dura la Lady.. ¿no será una apariencia necesaria y exigida por su condición de superheroína?.. ¿no tendrá, como otros muchos superhéroes, algún punto débil, que hay que buscar y que cuando se le encuentra, resulta fácil recabar su presencia y conseguir su ayuda?.. ¿incluso cuando no se merezca dicha ayuda, ni, aparentemente, tenga resultados satisfactorios?… ummmm… bué, seguro que sí.. (aunque no digo yo que la Lady no haga bien en ocultar dichas debilidades, ¿eh?.. :)

    Un abrazo

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  3. jejejejeje María Jesús, veo que además de compartir cumpleaños con Lady, en esto también concuerdan.
    Javier, es que Lady no es samaritana, ni líder místico, ni modelo a seguir, simplemente es alguien que va trazando su propio destino, venciendo barreras que para otros siguen siendo infranqueables pero de ninguna manera es "perfecta", ni mucho menos pretende serlo.
    Muchas gracias a ambos por sumarse a este habitual intercambio de divagues lúdicos y dialécticos! jejejeje

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  4. Ese aspecto de Lady de dejar a aquellos que se quieren romper solitos sus propios "cuernos" me gusta, pero me gusta porque no me gustan los salvadores y redentores de almas que no son requeridos.
    Un besote asado.

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